Stano Filko, otro de los inspiradores de las skybubbles

Lo bonito de que te encarguen una investigación es descubrir más y más sobre el autor, sumergirte en la historia de una persona que hasta la fecha no sabías que existía y descubrir la huella que ha dejado.

Hace unos días que Quim, el CEO de Skybubbles, me escribió sin previo aviso diciéndome “échale un vistazo e investiga a Stano Filko, conociéndote te va a gustar”.

Stano Filko (1937-2015). Photo: nadaciatatrabanky.sk

Tengo la manía de hacerle caso y hasta hoy me ha ido bien. Empecé a bucear en redes para conocer al Filko; uno de esos artistas, como tantos otros, que no está posicionado en la mente del gran público como el genio que fue, seguramente porque no nació en Estados Unidos, Francia, Italia o el norte de Europa donde la eclosión de los artistas suele ser más sencilla y temprana. La comparativa es fácil con los futbolistas; Más de una vez nos hemos visto asegurando que el valor y la fama de un jugador en concreto es distinto si su apellido acaba en “inho”y proviene del Brasil. Con los artistas lamentablemente pienso que pasa lo mismo.

Filko fue un artista que brilló especialmente durante la segunda mitad de los sesenta en Centro Europa. Natural de Bratislava y licenciado en bellas artes, una de esas licenciaturas que se estudia por vocación. Podríamos decir que Filko pasa por dos etapas claramente definidas en cuanto a su línea de pensamiento y producción.

“Al igual que a Walter-Müller, nuestro Filko se merece el papel de padre fundador de la arquitectura hinchable”

La primera y bajo la influencia de la corriente del nuevo realismo y del reconocido crítico de arte de la época Pierre Restany, nuestro artista aporta una nueva corriente de arte conceptual con raíces evidentes de la Internacional situacionista, corriente de artistas revolucionarios que pretendían abolir el sistema de clases sociales por considerarlo opresivo. Y también bajo la corriente existencialista que culmina y define magistralmente la obra de Jean Paul Sartre. En esta nueva corriente Filko aboga por la crítica de base a las tesis leninistas, podríamos decir que comparte objetivo pero no camino.

 

Cosmos 1968-1969. ¾ de esfera de 4,5 de diámetro y 3,5 m de alto, fabricado en PVC. Tienia dos accesos en forma de túnel sujetos mediante estructura metalica. La pieza se sostenia mediante una turbina de flujo constante de aire. El suelo estaba formado por espejos cuadrados de 25 x 25 cms sobre los que se podía transitar. En su interior también había 4 proyectores de diapositivas que proyectaban imágenes de viajes espaciales y tecnología espacial de los años sesenta.

Lo bonito del arte es que valoramos no solo el fondo sino tanto o más el cómo se expresa aquello que se quiere expresar. En esta etapa nuestro artista destaca básicamente por dos aportaciones; firma y es parte importante junto a su colega Alex Mlynárčik “Happsoc”, nada más y nada menos que una invitación para convertir en obra de arte toda una ciudad, Bratislava. Para ello del 2 al 8 de mayo de 1965 se invitaba de forma anónima a producir arte en cualquier disciplina a través de todo aquello que se puede encontrar en una ciudad. Esta iniciativa fue acompañada por un manifiesto de 12 puntos donde explicaba la intención, la definición y la importancia del anonimato, la participación y la co-creación por parte del espectador en la producción del arte para crear comunidades y socializar buscando la felicidad y el statu quo. La iniciativa fue todo un éxito.

En este primer periodo también destacó por su estilo de pintura, claramente inspirado por el estilo postcubista y el Neodadaismo especialmente por utilizar métodos como el collage o Assemblange.

“Filko decía ‘parece que respire cuando los visitantes entran o salen…’ y explicaba que la intención con la obra era ‘evocar la experiencia de estar en el espacio exterior’”

Llegamos a la segunda parte de la andadura de Filko por el mundo del arte en la que nos encontramos un artista de finales de los 60 más maduro y mucho más trascendental, una época donde la cosmología, filosofía y visión cibernética toman una relevancia de gran calado. Y, cómo no, y por eso el gran Quim me escribe para que le eche un vistazo, vemos como Filko se atreve por primera vez con la arquitectura. Su obra más conocida en esta mezcla de disciplinas es: “Cosmos” en la que el autor concibe un espacio cósmico como proyección del deseo de libertad e independencia. Y lo hace a través de conceptos visuales, dibujos y lo que podríamos llamar arquitectura utópica.

Y adivinan que tipo de habitáculos utiliza para representar su obra? Efectivamente la arquitectura hinchable, receptáculos esféricos de uso efímero que permiten ser usados y recogidos sin dejar huella en el entorno. Es aquí cuando todo encaja, cuando uno se da cuenta que los genios muchas veces lo son porque han sido capaces de adelantase a su tiempo. Que mejor arquitectura hay para encarnar libertad, independencia y respeto para el entorno? Filko diseñó y produjo varias obras de arquitectura utópica de este tipo, siempre esféricas y de concepto efímero.

Sin duda estamos delante de uno de los fundadores de la arquitectura hinchable, una de las primeras mentes que imaginó y concibió espacios utópicos que a posteriori han inspirado nada más y nada menos que las Skybubbles. Al igual que a Walter-Müller, del que ya se ha escrito anteriormente, nuestro Filko se merece el papel de padre fundador de la arquitectura hinchable y Quim lo sabía!