Entrevistamos a Amy Ahlbald, Marketing and Public Relations Manager for AGA

 Quedamos en una cafetería que frecuento y ella no. La casualidad, pienso en ese momento, hace que ella salude a alguien que conoce. Pronto me doy cuenta que no es casualidad, Amy es una de esas personas a las que apetece conocer y se deja conocer. Que alguien la salude en una cafetería en el impersonal centro de Barcelona no es anecdótico, va con su forma de ser.

Le pido que me deje invitarla y me doy cuenta que me voy a entrevistar con una “yanki” que pide, con acento sevillano, un café con leche de avena, y lo hace con una sonrisa de las que da gusto ver, repleta de felicidad. Desprende paz y flow, de esas personas que en seguida ves que prometen.

 ¡Acento sevillano!
– Si, cuando terminé mis estudios en EEUU tenía la posibilidad de seguir en Europa y opté por estudiar neurociencia en Sevilla.

¿Sevilla? ¿neurociencia?
– Se dio. Tenía un familiar viviendo en Sevilla y todo fue más fácil y neurociencia era una de las licenciaturas que entraban dentro de los estudios que quería realizar.

¿Qué tal fue vivir en Sevilla?
– Es una ciudad muy tradicional, poco dada a lo internacional. En Sevilla uno tiene que aprender a hablar castellano sí o sí.

¿Y cómo alguien que ha estudiado neurociencia termina en el mundo del Glamping?
– Cuando terminé el master empecé a buscar trabajo y me surgió una oportunidad de trabajar en un startup del sector del glamping. Glamping Hub era una plataforma que buscaba encontrar el “match” entre huéspedes y glampings, un Airbnb especializado en glampings. La empresa era de dos socios uno estaba en Denver y el otro en Sevilla y buscaban personas que tuvieran don de gentes e inglés nativo.

Amy Ahlbald

¡Qué bueno, una startup en Sevilla!
– ¡Sí! Ahí teníamos nuestra oficina y desarrollábamos nuestra actividad.

¿Y qué posición ocupaste En Glamping Hub?
– Lo bueno que tiene un startup es que pasas por muchos departamentos en poco tiempo, 6 semanas en una startup es como 6 meses en una empresa clásica.

Un resumen…
– Empecé en el departamento de ventas, a los tres meses me nombraron manager de ventas de un equipo de 10 personas, posteriormente desarrollé el “on boarding” de nuevos clientes una vez contrataban nuestros servicios y finalmente estuve en el departamento de marketing, desarrollando la estrategia y gestión de la comunicación.

¡Carai!
– Sí, en poco tiempo pasas por mucho y lo que es más importante, aprendes mucho.

“¿Qué es la Amercian Glamping Association? Generar oportunidades, dar visibilidad, dotar de herramientas a los Glampings a nivel global”

Y luego…
– La empresa decidió reducir personal, pactamos amistosamente y me indemnizaron. ¡Tenía dinero y el desempleo, por primera vez en mi vida sentía que tenía tiempo y dinero!

No suelen darse ambas cosas
– ¡Exacto! Por una parte te entristece que el proyecto en el que trabajas eche el cierre, pero por la otra tenía la oportunidad de elegir y pensar sobre mi futuro sin la presión de día a día.

Y…
– Decidí volver a California…

Suena a final de aventura
– Y claramente no lo fue, al poco tiempo tuve claro que mi aventura en Europa no había terminado. Y volví

Difícil terminar una aventura Europea si no has pasado por Barcelona
– Sí, además la otra opción pasaba por estudiar alemán… 

¿Qué te llamó la atención de Barcelona? ¿Encontraste lo que buscabas?
– Mar, montaña y arquitectura, ¿qué podía salir mal? Barcelona, como expat, supera tus expectativas. Hay auténticas comunidades que hacen vida en la ciudad y te permiten enseguida acceder a círculos sociales parecidos al tuyo.

¿Cuándo aparece el American Glamping Association en tu vida?
– Llegué a Barcelona dos semanas antes del “Lock down” del Coronavirus. Sin trabajo y con una compañera de piso a la que no conocía y con la que por suerte, nos llevamos bien. Nadie calculaba que íbamos a estar 2 años casi encerradas. Durante el confinamiento se puso en contacto conmigo Rubén, uno de los dos socios de la Startup para la que había trabajado y me contó el nuevo proyecto.

¿Y qué es la Amercian Glamping Association?
– Generar oportunidades, dar visibilidad, dotar de herramientas a los Glampings a nivel global. Tenemos ya actualmente cerca de 500 asociados y seguimos creciendo de forma sostenida. Nuestros asociados pueden elegir entrar en nuestra asociación a través de distintos planes con distintos precios para cada plan, desde el básico hasta al premium.

Amy Ahlbald
“Las SKB son una categoría en sí mismas, no son domos o habitaciones instaladas en un simple hinchable, es un concepto que va más allá”

¿Cómo aparecen las Skybubbles en tu vida?
– Jajaja, fue en una feria en Estados Unidos, precisamente sobre el mundo del glamping. Allí coincidí con Natalie, ella me explicó qué son las Skybubbles, cómo se hacen y dónde se hacen. Fue curioso cuando, hablando, nos dimos cuenta que nos habíamos encontrado en EEUU pero que ambas vivimos y desarrollamos nuestra actividad a 10.000 km. Eso me ha permitido no solo conocer el producto sino ir a ver las instalaciones de Skybubbles y ver cómo se hacen.

Es un concepto muy visual, una vez has visto las SKB por dentro y por fuera y como conocedora del mundo del glamping, ¿qué futuro les auguras?
– Las SKB son una categoría en sí mismas, no son domos o habitaciones instaladas en un simple hinchable, es un concepto que va más allá. Todos los procesos de confección pasan por las manos de alguien, es la conjunción perfecta entre artesanía y procesos mecánicos. Están destinadas a ser un estandarte de diferenciación en el mundo del glamping. De hecho ya lo están siendo. Les auguro éxitos.

Y sobre el glamping… ¿Es una moda?
– Cada vez más el concepto naturaleza sin renunciar al confort está más arraigado. El glamping aparece como una moda, como un camino que trata de aunar estos dos conceptos que a menudo son tratados como antagónicos, pero las modas pasan y el glamping, después de años, ya podemos afirmar que ha llegado para quedarse. Los datos de crecimiento del sector así lo demuestran, tanto de nueva oferta para huéspedes como del aumento del número de huéspedes que deciden alojarse en un glamping año tras año.

¡Muchas gracias Amy, un placer!
– ¡A ti!