Hablamos con Luzada. El resort de SkyBubbles que acoge los ultimos rayos del sol del dia.
Luzada – Glamping Burbujas Galicia
P. Vivíais en Madrid, teníais ambos trabajos estables… Y os liais la manta a la cabeza para montar Luzada en Galicia. Visto en perspectiva suena arriesgado.
J. ¡Sí! Yo vengo de estudiar el grado de Turismo y Máster en Dirección y Gestión Hotelera, trabajando en gestión de hoteles de 4 y 5 estrellas. Manuel estaba como Product Manager en una empresa del sector de los videojuegos, especializado en producto y eventos. Llegó la pandemia, lo reflexionamos, lo evaluamos y… aquí estamos.
P. ¿Y Galicia?
M. Por parte de mi familia disponíamos de una finca gallega de las de toda la vida, con unos 40.000 metros cuadrados destinados al ganado y con una buena ubicación, cerca de núcleos de interés, pero con la suficiente distancia para garantizar privacidad. Este tipo de patrimonio en Galicia suele ser más un dolor de cabeza que una suerte para quien lo debe gestionar, porque su conservación y su desarrollo requieren de capital y muchas horas…. Y ahí vimos la oportunidad. Ahora, en tono de broma digo que mis abuelos aquí plantaban patatas ¡y nosotros burbujas!
P. ¿Y las Skybubbles? ¿Cuándo las conocéis?
M. Por imágenes. Nos interesó el concepto cuando lo vimos por la red. Concretamente vimos un render de Miluna, a quienes conocemos y tenemos buena relación.
P. Entiendo que atasteis cabos, Galicia, entorno, Skybubbles…
J. Exacto, ahí fue cuando lo dejamos todo en Madrid y nos aventuramos –no sin antes pensarlo bien y hacer nuestros números–, a lanzar nuestra propuesta.
P. Entiendo que a nivel familiar debió ser toda una sorpresa, ¿no?
M. Así es, veníamos de dos trabajos consolidados en empresas potentes… Y por supuesto fue toda una sorpresa en nuestro entorno más cercano, pero estábamos decididos y sabíamos que la apuesta era firme. Tanto nosotros, como nuestra familia y amigos creímos desde el minuto 0 en el proyecto.
Luzada – Glamping Burbujas Galicia
P. ¿Hubo dudas sobre el producto? Es decir, ¿pensasteis en otro tipo de habitáculo que no fuera las SKB para vuestro resort?
M. NO En absoluto. Desde el principio tuvimos claro que para proporcionar la experiencia que aspirábamos dar y para distinguirnos en el mercado, las Skybubbles eran la mejor opción.
En nuestro caso, estamos en el norte de Galicia y es un hecho que aquí no hace sol todos los días. Es por ese motivo que tampoco podemos vender un clima mediterráneo, pero lo que sí podemos ofrecer es un entorno espectacular, como en pocos sitios se puede disfrutar, tanto por contaminación lumínica, que tiende a 0, como por la cercanía a la playa y a las excursiones por senderos. Si queríamos aprovechar todo eso, teníamos que encontrar un producto que encajara con nuestra visión y que sobre todo nos ofreciera garantías en cuanto a clima. Aquí el viento puede superar los 80 Km/hora y cuando llueve lo hace bien. Nuestra prioridad siempre fue garantizar la seguridad y el confort del cliente, y eso, hoy día solo te lo pueden ofrecer las Skybubbles.
P. ¿El clima os ha supuesto un hándicap?
J. No… Nos hemos vuelto ambos expertos meteorólogos ja, ja, ja. Muchas veces algo que a priori pudiera parecer un problema (como puede ser el clima en nuestro caso) puede ser una ventaja. Estar en nuestras instalaciones durante una tormenta de relámpagos que cae sobre el mar es único, y lo ves desde la habitación; ver como el viento mueve la hierba y los árboles mientras tú estás dentro de la burbuja experimentando el máximo confort… ¡Solo lo puedes hacer aquí! Además, tenemos la suerte de que nuestro entorno nos ofrece multitud de actividades complementarias y que enriquecen mucho la experiencia de pasar dos o tres noches en Luzada.
P. ¿Cómo cuáles?
M. Pues desde hacer clases de surf, ya que Luzada está a escasos 10 minutos andando de la playa de Esteiro, a vivir el senderismo en una naturaleza salvaje y verde, pasando por visitar pueblos típicos gallegos y su buen comer como Mondoñedo, hasta noches de 0 contaminación lumínica con vistas al cielo de las que te llevas de recuerdo. Las Skybubbles son una parte del todo.
P. Me dan ganas de ir a visitaros…
J. Pues ya sabes, aquí nos tienes no te arrepentirás. De hecho, viene siendo cada vez más habitual que nuestros huéspedes pasen más de una noche con nosotros para poder aprovechar al máximo su estancia.
P. ¿Qué tipo de huésped suele visitaros, local o más internacional?
J. Varía en función de la temporada. Los veranos solemos tener más huéspedes internacionales y en temporada baja solemos tener un turismo más nacional, especialmente de Galicia y Asturias. Es curioso porque son dos públicos distintos que vienen por motivaciones distintas. Mientras que los primeros vienen por el entorno, el público local viene más por la experiencia de estar alojado en una burbuja.
P. En un sitio como Galicia, donde da la impresión que se conoce todo el mundo, debéis haber levantado expectación…
M. Si, ¡hemos tenido mucho curioso! Tanto cercanos como de no tan cerca ja, ja, ja. Hay los que creen que esto es tan sencillo como poner tres burbujas y ganar dinero a mansalva cobrando una fortuna cada noche, y cuando se dan cuenta del trabajo que hay detrás tanto en la planificación, como en la atracción del cliente, limpieza, mantenimiento o servicios, claramente identifican que este no es un negocio que se pueda sostener tan fácilmente.
P. ¿Qué aconsejaríais a esos nuevos emprendedores que como vosotros un día dejan atrás una vida pasada para emprender en un complejo con Skybubbles?
J. Pensar y analizar con calma el proyecto, ir con cálculos hechos y tener claros los términos legales en cuanto a permisos para la instalación. No siempre es fácil obtener los permisos para instalar las SKB, puede conllevar tiempo y el tiempo cuando empiezas es la segunda cosa que menos te sobra.
P. Ahora tenéis 3 Skybubbles funcionando, se os ve afianzados y seguros. ¿El futuro de Luzada pasa por crecer?
M. Yo lo veo, Jimena es más precavida y tendremos que hacer números, pero tarde o temprano creo que el proyecto pasa por seguir creciendo.
P. Chicos ha sido un placer hablar con vosotros.
J. y M. ¡Gracias, el placer ha sido nuestro!