El binomio rentabilidad-riesgo: nada nuevo, un emprendedor que se precie sabe que cualquier proyecto conlleva riesgo y que, en función del grado de dicho riesgo la rentabilidad varía. Aquello de “Sin riesgo y máxima rentabilidad” sabemos todos que ni existe ni debería decirse nunca. Una apuesta de poco riesgo va inexorablemente ligada a una rentabilidad conservadora, una apuesta arriesgada trae consigo, si el negocio funciona, una rentabilidad atractiva. Encontrar el punto medio según el bolsillo y el talante del emprendedor y el inversor (a veces la misma persona, a veces no) es sinónimo de acierto y sobre todo de sostenibilidad en el tiempo.
El ROI: El retorno del capital invertido es o debería ser la pauta de toda nueva idea puesta en práctica. “Cuánto voy a tardar en recuperar el capital inicial y empezar a contar beneficio neto?” es una de las preguntas que todo emprendedor/inversor debe hacerse y saber contestar sin titubeos, no saber contestar a esta cuestión significa estar construyendo un gigante a con pies de barro. Para ello siempre es bueno o bien observar cómo lo han hecho compañías similares o bien desarrollar un proyecto ya testado por terceros y disponer de datos solidos al respecto.
El TIR: el eje que todo hace girar, la tasa interna de retorno es lo que hará que el dinero llegue y fluya o bien lo que hará descartar a posibles interesados un proyecto, no por su viabilidad sino por las ganancias que implica dada la inversión a realizar.
Ningún proyecto que se precie se escapa de estas tres reglas. Habrá más, pero estas tres son el Sancta Sanctorum a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones serias, más allá de lo atractivo de una idea. Podríamos decir que si un proyecto no tiene una estimación correcta de estos tres factores, no es un proyecto, es una buena idea, y el cementerio de los negocios está lleno de buenas ideas, algunas de ellas sin haber visto la posibilidad de ser ejecutadas. Y El mundo del hotel y resort no es una excepción.
De esas tres premisas nace Skybubbles, una marca que inicia su andadura en 2016 y que hoy ya está instaurado en 4 continentes y en más de 22 países.
Qué son las Skybubbles? De entrada podríamos decir que una forma distinta de interpretar el espacio de las estancias de lujo.
Partiendo de 3 preguntas claras:
¿Porqué nos tienen que separar 4 paredes de nuestro entorno cuando pensamos en una estancia?
¿Porqué hablar de experiencia con la naturaleza tiene que llevar implícita la idea de renunciar sí o sí al confort?
¿Se puede disrumpir en un mundo tan consolidado como el de las estancias de lujo de hoteles y Resorts?
E inspirados por Walter-Muller, arquitecto francés que propulsó en los 70 una nueva forma de entender la construcción clásica, las Skybubbles son un producto puramente visual, difícil de describir con palabras ya que, hablar de burbujas como estancias de lujo o experiencia novedosa sería hablar de la punta del iceberg de este concepto que definitivamente viene a cambiar muchas cosas.
Pero volviendo al inicio del artículo, toda idea revolucionaria está muy bien hasta que aterriza en el terreno de juego, donde toda la estrategia y planificación deben afrontar todas las bondades que de momento están solo previstas en un cuadro Excel. Ahí es cuando los hermanos Rabassa en 2016 dejan de pensar y deciden actuar.
Dicen los estudios que el 95% de las marcas que nacen en la actualidad desaparecen durante los 5 primeros años, en estos ya 6 años cambiando el mundo de las estancias de alto standing en Skybubbles puede ya sacar conclusiones del porque esta marca muestra una fortaleza y una perspectiva de futuro embriagadoras.
Para los hermanos Rabassa lo primero y fundamental, aunque parezca algo obvio, ha sido definir claramente quien es su cliente, una conclusión a la que han llegado a través de la mezcla de la previsión y la experiencia de mercado. Saben perfectamente que sus dos clientes tipo, lo que los especialistas en marketing llaman Buyer Persona, son emprendedores con experiencia en el sector hotelero que buscan una propuesta innovadora y los directores de cadenas de hotel de lujo que buscan diferenciarse del resto con algo novedoso y distinto que ofrecer a sus clientes, dado que competir con “lo mejor” es cada vez más complicado. Una vez tienes los mejores bufets, las mejores habitaciones y las mejores excursiones o tours, la elección del cliente final acaba pasando por detalles, y es que diferenciarse en el mundo del lujo cada vez es más difícil!
Una vez detectado el cliente el éxito del proyecto pasa por contestar a las tres preguntas que formulaba al inicio de este artículo y que clarifican y disipan, como solo los datos pueden hacerlo, las posibles dudas que un emprendedor pueda tener;
El retorno de la inversión se sitúa en 9 meses desde la compra de las Skybubbles y en 6 desde la comercialización de reservas. Las claves para tener un retorno tan rápido? El primero es la instalación, desde el encargo hasta la comercialización solo pasan 3 meses, incomparable con cualquier estructura de obra nuevo o reforma de cualquier edificio adquirido para ese fin. Facturar cuanto antes es la prioridad de todo aquel que invierte en un nuevo negocio, y pocos proyectos te permiten facturar en un espacio tan corto de tiempo.
El Binomio rentabilidad- riesgo es equilibrado, ya que la inversión a realizar no para poner en marcha un proyecto de 4-5 skybubbles no es la típica que solo está al alcance de unos pocos, más bien al revés. Esto hace que el riesgo se reduzca comparándolas con cualquier adquisición de obra o construcción. Por otro lado la rentabilidad sigue siendo el pilar de la propuesta de Skybubbles, motivos para enorgullecerse de ello no le faltan; el precio medio por noche ronda el 25% más que el de una habitación media de hotel 5 estrellas y las reservas de las estancias superan el 80% de media anual los fines de semana y el 60% en días entre semana. Lo habitual es que en los meses de más bonanza climatológica haya espera de 3 semanas a mes y medio para poder reservar una noche en una Skybubble.
Finalmente y como punto clave de la toma de decisión, la tasa de retorno interno calculada a 5 años de cada Skybubble es sorprendente, números en mano:
Teniendo en cuenta una media de ocupación del 80% en fines de semana, un 60% los días entre semana (la media moderada de ocupación real que aportan los resorts y hoteles que tienen instaladas y funcionando skybubbles) y un descuento (elevado) de 10% para tareas de mantenimiento (limpieza y arreglos ocasionales) .Agregando como referencia un precio de compra e instalación de 50 000 euros y un precio por noche de 300 euros intersemanal y 500 euros en fines de semana, las Skybubbles arrojan un TIR del 12,5%. Sí, sí, un 12’5%, ahora súmenle la posibilidad de venta cruzada… ¿Entienden ahora por qué cada vez hay más por todo el globo?
3 Puntos clave que uno debe tener en cuenta a la hora de plantearse apostar por las Skybubbles como negocio, porque no todo puede ser de color rosa;
- La ubicación; que el entorno sea agradable y bello es clave para que las Skybubbles sean atractivas y funcionen bien a ojos del consumidor. Si la fusión de naturaleza, experiencia y confort no va acompañada, pierde enteros y se notará en el número de reservas. Es importante disponer de un entorno adecuado. La disposición de las estancias también es calve, así como la distancia entre las mismas, la privacidad es absolutamente clave.
- Permisos: Obtener el permiso para poder instalar y comercializar las estancias son distintos en cada continente, país y comunidad, es importante verificar primero que se puede desarrollar la actividad antes de cualquier toma de decisión precipitada. De eso se encargan de alertar y avisar a los interesados en Skybubbles, obviamente.
- Financiación: El producto no lleva consigo agregada financiación, con lo que es importante tener claro la inversión que se quiere/puede realizar y conocer el capital que se quiere financiar por parte de la entidad financiera del interesado. A pesar de ello lo óptimo y recomendable es empezar por fases, y avanzar una vez la fase anterior (generalmente de 4-5 unidades) está ya consolidada.
Listos entonces para innovar y ser rentable? Si la respuesta es sí, no dudes en contactarnos.